Aaron Ramsey, el refuerzo estelar de los Pumas para este torneo sufre de una lesión en el isquiotibial izquierdo, pero también tiene malestar del corazón.

La pérdida de su perrita Halo, con la que tenía más de una década, ha enlutecido el ánimo del jugador que no se ha presentado a entrenar en Pumas desde el 8 de octubre. Por esas fechas precisamente decidió ir a conocer San Miguel de Allende, una vez que tampoco pudo ir con su selección por dicha lesión.

En ese lapso, perdieron en un hotel de mascotas a su perrita que extrañamente no fue reconocida por nadie ni tampoco se entregaron informes de su paradero.

Este tema tiene entristecido a Ramsey y a su familia: esposa y dos hijos quienes hasta antes de eso eran asiduos a publicar cosas en instagram, sobre todo de gastronomía, pero lo ú

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