AVISO de Míriam Nogueras: “Quizás habría que hablar menos de los cambios de hora y empezar a hablar de la hora del cambio”. El juego de palabras que hizo el pasado miércoles la portavoz de Junts en el Congreso de los diputados fue una amenaza directa a Pedro Sánchez: Carles Puigdemont quiere finiquitar esta legislatura inviable.
El problema es que el prófugo y sus conmilitones tienen escasa credibilidad: tantas amenazas que quedaron en amagos han terminado por generar el escepticismo ante cualquiera de sus bravuconadas, frustrado porque no ha obtenido, ni con la infame ley de amnistía, lo que quería: regresar a España –él dirá a Cataluña– impune.
La interpretación que hizo el Tribunal Supremo sobre la aplicación de la amnistía –que, de momento, no se aplica al delito de malversación– y l

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