La muerte de Eduardo Ruiz a manos de la Policía ha dejado al descubierto las grietas más profundas de la sociedad peruana. Por un lado, están quienes justifican el accionar del suboficial Luis Magallanes, asegurando que disparó “para resguardar su vida”. Con frases heroicas, afirman que Eduardo “merecía morir” aquella noche por ser parte de una supuesta turba “delincuencial” que solo buscaba generar caos. Lo curioso es que la mayoría de estas voces proviene de los sectores más “piadosos” del país, que entre rezos y sermones parecen haber olvidado eso de “no matarás”.

A pesar del dolor de la familia Ruiz y de las pruebas que confirman que el joven era artista, estos grupos aseguran que tanto él como los demás manifestantes que protestaban contra el Congreso y el Gobierno “se lo buscaron”.

See Full Page