La sombra de la corrupción que se cierne sobre la liga de baloncesto estadounidense ha acabado por rozar al círculo más cercano de su mayor estrella, LeBron James. Aunque el célebre jugador de los Lakers no está implicado en el caso, las investigaciones del FBI señalan a su amigo personal y exjugador Damon Jones. La acusación se centra en que Jones habría utilizado información privilegiada sobre la ausencia de James en un partido para realizar apuestas con ventaja, situando el foco mediático sobre el entorno del astro.

Sin embargo, el epicentro del terremoto judicial se encuentra en otros nombres. La trama ya ha provocado la detención de dos figuras conocidas de la competición: Terry Rozier, jugador de los Miami Heat, y Chauncey Billups, actual entrenador de los Portland Trail Blazers

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