por Marvin Ramírez
Durante décadas, Estados Unidos ha sido un faro para millones de personas que soñaron con convertirse en ciudadanos, no solo en residentes. La promesa de pertenecer a una nación construida sobre la libertad, la democracia y la igualdad inspiró a innumerables inmigrantes a aprender inglés, estudiar educación cívica y contribuir a sus comunidades. Pero ahora, ese sueño se ha vuelto más difícil de alcanzar. El nuevo Examen de Ciudadanía y Educación Cívica de 2025 del gobierno agrega nuevas capas de dificultad y sospecha, transformando lo que debería ser un proceso de empoderamiento en una prueba estresante de desconfianza.
En el pasado, el examen de ciudadanía era desafiante, pero justo. Los solicitantes debían estudiar una lista de preguntas cívicas, aprender sobre la Co