El cambio al horario de invierno , aunque parezca algo menor, puede tener un impacto notable en el organismo debido a la alteración del reloj biológico . Este cambio de una hora afecta los ritmos circadianos , que regulan funciones como el sueño, la temperatura corporal, la secreción hormonal y el metabolismo.
Como consecuencia, muchas personas experimentan síntomas similares a un leve “jet lag” , tales como:
Peor calidad del sueño
Irritabilidad
Dificultad para concentrarse
“Dormir peor, mostrarse más irritable o tener dificultades para concentrarse son reacciones habituales durante los primeros días tras el cambio horario. El organismo necesita un breve periodo de adaptación para reajustar su reloj interno y sincronizarse con las nuevas horas de luz”, explica Begoña Suárez

El Periódico Extremadura

Raw Story
SOFREP