La noche del 31 de octubre, millones de personas en el mundo celebran Halloween con disfraces, caramelos y fiestas temáticas. Sin embargo, detrás de la diversión, cada año resurgen prácticas que ponen en riesgo a ciertos animales, especialmente a los gatos negros, víctimas de supersticiones y rituales esotéricos.

Ante esta situación, el ayuntamiento de Tarrassa, en Barcelona, se convirtió en el primer municipio en prohibir la adopción de gatos negros y blancos durante el mes de octubre, una medida que se mantendrá vigente hasta el 10 de noviembre.

El objetivo de esta medida es proteger a los felinos de posibles casos de maltrato o sacrificios vinculados con rituales satánicos durante la festividad. “Lo que queremos es prevenir que formen parte de rituales macabros”, explicaron voceros de

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