Un turista de 40 años que nadaba cerca de la costa de Hadera (Israel) desapareció tras ser rodeado por un grupo de tiburones grises. Lo que comenzó como una salida al mar terminó en tragedia: testigos escucharon sus gritos, vieron el agua teñirse de rojo y, al llegar los equipos de rescate, el hombre ya no se encontraba. Finalmente, se hallaron restos humanos que confirmaron que había sido devorado.
Los científicos que investigan el caso señalan que esta especie de tiburón, hasta ahora considerada poco peligrosa para los humanos, actuó bajo lo que se describe como un “estado de frenesí alimenticio”. Factores como el aumento de la temperatura del agua generado por una planta termoeléctrica y la alimentación artificial previa de los tiburones por parte de humanos podrían haber modificado su

HSB Noticias

Noticias de Colombia
El Tiempo Justicia
Noticias RCN
Tolima Stéreo FM
Semana
El Colombiano Cultura
Itagüí Hoy
People Top Story