Alejandro Moreno

Los escándalos que estallan en los noticieros y redes sociales no son incidentes aislados ni excesos de unos cuantos; son apenas la punta de un iceberg que revela el verdadero rostro de quienes hoy gobiernan. Detrás de cada caso de corrupción, de cada denuncia de tráfico de influencias o de cada negocio al amparo del poder, hay una constelación de mentiras y de hurtos cometidos por quienes juraron venir a servir al pueblo.

La narrativa de servicio, justicia y compromiso con los más pobres pronto se convirtió en un velo que cubría una realidad de saqueo y oportunismo. Ahí está el caso del enriquecimiento instantáneo de Andy López Beltrán, hijo del expresidente, y de sus amigos cercanos, que pasaron de vivir con relativa discreción a ostentar lujos que ofenden a millones d

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