El ex de Rayo, Dépor y Sevilla asegura haber tenido la sensación de haber conectado con Jesucristo. El futbolista cuenta como su llegada a Irán le ha traído una conexión con Dios gracias a la lectura de la Biblia y como eso le ayudo a estar mejor. Poco a poco fue dejando los malos hábitos, y según iba pasando el tiempo iba teniendo más visiones y sensaciones místicas cercanas a Dios. "Ahora, con el fútbol, tengo 33 años, pero me siento como si tuviera 19. Todo volvió a comenzar, y sinceramente, nunca he estado tan bien en mi vida, porque ahora estoy metido de lleno", declaró el jugador. Curiosa historia que une dos ámbitos que normalmente se mantienen alejados como son el fútbol y la religión.

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