Durante casi veinte años, de 1960 a 1978, el encargado de leer el pregón y dar por inauguradas las Fiestas del Pilar fue la misma persona, el «pregonero mayor», Ignacio Moreno. Aunque antes que él fueron varias las personas encargadas de dar voz al pregón festivo, su figura fue fundamental durante 18 años. Vestido a la vieja usanza, con una indumentaria que compró él mismo, y a caballo, leía a viva voz el pregón escrito cada año por un periodista diferente de algún medio de comunicación de la ciudad elegido por el Ayuntamiento de Zaragoza. Montado en su cabalgadura -tan solo un año, por motivos de salud, descabalgó y recitó el pregón montado en una carroza- recorría las esquinas de la ciudad, incluso pasaba por residencias y hospitales para que todo el mundo fuera partícipe del feliz anun

See Full Page