En la noche del 22 de octubre de 1952, el barrio de Montmartre despedía para siempre a uno de los escenarios más emblemáticos de su vida nocturna bohemia: el célebre Cabaret de l’Enfer . Tras más de medio siglo de existencia, cerraba sus puertas aquel lugar que había atraído a curiosos, artistas, marineros y personajes de la noche de todas las procedencias, que ingresaban por la boca ardiente del Boulevard de Clichy para asistir a un espectáculo literalmente infernal.

A lo largo de su historia, el Cabaret de l’Enfer enfrentó dificultades crecientes. Las finanzas se deterioraban y, aunque las legendarias esculturas demoníacas y decoraciones macabras pedían restauración, los costos la volvían imposible. La competencia inmediata del vecino Cabaret du Ciel no hizo más que agravar la sit

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