El Ministerio de Sanidad, encabezado por Mónica García , ha decidido no financiar capivasertib (Truqap) , un medicamento recientemente aprobado y considerado como una de las grandes esperanzas en el tratamiento del cáncer de mama avanzado o metastásico . La Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos (CIPM) ha argumentado su negativa en base a criterios económicos: el elevado coste del tratamiento y la existencia de alternativas más baratas.
Este fármaco, en combinación con fulvestrant , ha demostrado en ensayos clínicos una reducción del 50% en el riesgo de progresión o muerte en pacientes con tumores con alteraciones genéticas específicas (PI3K, AKT o PTEN), en comparación con el tratamiento estándar. Además, en la población general del estudio, la reducción fue del 40%.
A pesar de estos resultados, Sanidad ha considerado que su inclusión en el Sistema Nacional de Salud (SNS) no es viable por “criterios de racionalización del gasto público” . En su comunicado, el Ministerio defiende que estas decisiones son necesarias para mantener una prestación farmacéutica sostenible , en un contexto de creciente presión presupuestaria .
La decisión ha sido recibida con indignación en asociaciones de pacientes y entre oncólogos, que consideran que capivasertib abre nuevas posibilidades para pacientes que presentan resistencia a terapias existentes , prolongando tanto la supervivencia como la calidad de vida .
No es la primera vez que Sanidad se ve envuelta en controversia por decisiones similares. El año pasado, tras una intensa campaña pública y mediática, se vio obligada a aprobar la financiación de Enhertu y Trodelvi , dos medicamentos también indicados para cáncer de mama metastásico. Al inicio, se negó a incluirlos por su alto coste, alrededor de 5.500 euros por ciclo de 21 días , lo que provocó protestas y recogidas de firmas por parte de pacientes.
También fue polémica la negativa inicial a costear blinatumomab , un tratamiento para leucemia linfoblástica aguda infantil , el cáncer más común en niños. Sanidad rectificó más tarde y permitió su financiación, aunque solo en casos muy concretos, como pacientes con recaídas.
Ahora, la historia parece repetirse con capivasertib. Mientras otros países europeos han aprobado su uso, en España muchas pacientes quedarán sin acceso a este tratamiento salvavidas , a menos que puedan costearlo por su cuenta.
Los datos clínicos muestran que las mujeres tratadas con capivasertib en combinación con fulvestrant disfrutaron de una supervivencia libre de progresión de 7,2 meses , frente a los 3,6 meses del grupo tratado con placebo. Además, mantuvieron su calidad de vida durante más tiempo.
La decisión de Sanidad deja en el aire el acceso a un medicamento que, según los oncólogos, representa un avance significativo frente a las terapias tradicionales . Aunque el Ministerio se escuda en la sostenibilidad del sistema, las voces críticas argumentan que no se puede poner precio a una vida , y que es inadmisible que criterios económicos sigan pesando más que la evidencia científica y el bienestar de las pacientes.

ALERTA El Diario de Cantabria
Raw Story
Cinema Blend