En cuanto bajó de la moto, Álex sintió que las manos no le respondían como siempre. Las llevaba rígidas, tensas, como si aún estuviesen agarradas al manillar de la Ducati. Había llegado segundo en la sprint de Sepang, y esa posición, tan simple en apariencia, encerraba una historia que llevaba años construyéndose. Una historia que, hasta ese instante, quizá ni él mismo había sabido nombrar.
Más información
“Iba a usar esta categoría para entrenar y al final he cumplido un sueño”: Beñat Fernández, campeón del mundo de Supersport 300
Cerró los ojos unos segundos, respiró, y entonces entendió. Lo había conseguido. Álex Márquez se había proclamado subcampeón del mundo. La gente alrededor celebraba, se abrazaba, gritaba su nombre. Los mecánicos aplaudían. Las cámaras lo buscaban. Pero Álex

Cadena SER

La Vanguardia España Deporte
ALERTA El Diario de Cantabria
NFL Houston Texans
The Babylon Bee
Just Jared
ABC6 Rhode Island
The Columbian Politics