Entre el ajuste como política de Estado, la reasignación del presupuesto familiar y el retroceso en la escala social se configuró, en este último tiempo, la realidad de los hogares argentinos forzados a reconfigurar sus canastas de consumo por el aumento desmedido de servicios y, a la par, la erosión de su poder de compra. Lo anterior tiene que ver la nueva estructura de precios relativos que obligó a rediseñar las estrategias de supervivencia de los hogares y a desplazar bienes tradicionales -como carne vacuna, lácteos e indumentaria- por el mayor peso de los gastos fijos. Un dato concreto: los alquileres y los servicios públicos integran el componente que más aumentó su precio relativo desde noviembre de 2023.
Sobresale, en ese esquema, el caso puntual de las prepagas : en 2013 la

El Destape Economía

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