Existe un truco casero que deja la parrilla impecable después del asado usando solo un ingrediente natural que seguro tenés en casa: la sal gruesa .

Después de disfrutar de un buen asado, llega el momento menos divertido: limpiar la parrilla. La grasa, el humo y los restos de comida se adhieren con fuerza al metal, y muchos recurren a limpiadores agresivos que pueden dañar el material o dejar residuos químicos.

Pero no hace falta complicarse: con un poco de sal gruesa y algunos trucos simples, la parrilla puede quedar como nueva en minutos.

El truco de la sal gruesa

Aprovechá el calor residual: esperá unos minutos después del asado, hasta que la parrilla esté tibia pero no caliente al punto de quemar .

Espolvoreá sal gruesa: distribuí una capa abundante sobre las rejillas.

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