Quizás donde menos lo esperas, es decir, en la tranquila comarca del Besaya, Cantabria, se levanta una construcción que deja con la boca abierta a quien la descubre por primera vez. Y es que a simple vista, podría confundirse con una de esas joyas de la antigua Grecia, pero en realidad se trata de un templo cántabro con alma helena.
Hablamos de nada más y nada menos que de la iglesia de San Jorge, también conocida como el Partenón español. Este edificio, situado en la localidad de Las Fraguas, en el municipio de Arenas de Iguña, es una de las obras más curiosas del neoclasicismo español. El monumento fue construido en 1890 por encargo de los duques de Santo Mauro, una familia de la nobleza que buscaba un templo privado que sirviera como capilla y panteón familiar.
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