Los días lluviosos son los enemigos naturales de la ropa, ya que impide el secado después de lavarla e incluso, una vez guardada en el placard , la humedad del ambiente afecta a los tejidos y les provoca olores desagradables. Por eso, muchas personas recurren a aromatizantes textiles artificiales o productos químicos costosos que se comercializan en los supermercados, aunque existe una alternativa natural mucho más económica y menos agresiva con las telas que puede solucionar este inconveniente.
Si bien suena descabellado, colocar unos pequeños trozos de carbón dentro del guardarropa ayuda a combatir con efectividad los aromas desagradables que la humedad provoca en las prendas. Este accesible mineral que se emplea para hacer el fuego del asado tiene propiedades que permi

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