Un cuerpo poseído en medio de un corro de gente observando, algo así debió ser el inicio del teatro.

“Algo del teatro prehistórico primitivo debe haber tenido que ver con eso, me lo imagino, con un cuerpo poseído, pero no por una sola identidad y tampoco ni siquiera por una identidad ficcional, sino por una zona sobrenatural en donde habita las identidades”, considera Pompeyo Audivert.

Como si se tratara de “un actor prehistórico” que, en un páramo de noche, junto a la fogata y dentro de un círculo de piedra es tomado por fuerzas sobrenaturales, mientras el resto de su tribu mira asombrada la manera en que ese cuerpo es poseído, el dramaturgo, actor e investigador teatral hace una propuesta que va más allá de encarnar un rol.

En el caso de la “Habitación Macbeth”, que el creador argenti

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