Las primeras lluvias han despertado la esperanza entre aficionados y profesionales del micoturismo, aunque la sequía del inicio del otoño condiciona una campaña que podría ser corta, pero intensa.
Aunque tímidamente, el olor a tierra húmeda empieza a asomar en los pinares, encinares y robledales de la provincia de Cuenca. Tras un verano especialmente seco y un arranque otoñal tímido en lluvias, los aficionados a las setas viven estos días entre la impaciencia, la expectación y la esperanza. La temporada micológica, que en años anteriores ya estaría en pleno apogeo, aún no ha arrancado del todo.
“Estamos expectantes, pero también algo desilusionados por cómo ha venido el verano y el principio del otoño, muy secos”, nos cuenta Sergio Abarca, uno de los fundadores de Savia Ecoturismo, empre

Las Noticias de Cuenca

NFL New York Jets
People Top Story
AmoMama
Raw Story