Cerca del final de su reinado, el emperador francés Napoleón Bonaparte lideró un Ejército de más de medio millón de hombres en una invasión a Rusia en 1812. Seis meses después, tras verse obligado a retirarse, se estima que decenas de miles de sus soldados lograron regresar a Francia.
Conocida como una de las guerras más costosas de la historia, la muerte de cientos de miles de soldados se ha atribuido a los combates, así como a la inanición, el frío y una epidemia de tifus que estalló.
Ahora, los investigadores han encontrado evidencia en los restos de ADN de los soldados de que pudo haber habido múltiples enfermedades que devastaron al Ejército, incluidas dos bacterias previamente no detectadas. El estudio fue publicado el viernes en la revista Current Biology.
“Antes, solo pens

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