Dicen que, durante una estancia en París, el médico José Gregorio Hernández fue tentado por una prostituta que le dejaron unos amigos. Pensaban que no se resistiría, pero se llevaron una sorpresa: «Ustedes son unos bandidos. Me han dejado con un verdadero santo», reprochó la mujer a los amigos.
La anécdota —referida por Carlos Ortiz, editor y filósofo venezolano y autor de ‘Santa palabra’ , un libro enfocado en la vida civil del médico— la citan varios biógrafos, aunque precisa que es difícil saber si fue real.
Lo cierto, sin embargo, es que José Gregorio ahora es santo, y que antes de serlo fue médico.
Un médico que fumaba y no solo llevaba traje, corbata y sombrero negro —como lo presentan ahora—, sino que vestía ropa colorida, que llegó a confeccionar él mismo, y hasta comentó a su g

Nueva Prensa de Guayana 

NTN24 Venezuela
El Universal VE
Radio Fe y Alegría Noticias
AlterNet
PC World
Raw Story
CNN
Just Jared