En España, más de un tercio de quienes ingresan cada año en las academias militares reconocen haber tenido algún familiar directo en las Fuerzas Armadas . La tradición, el sentido del deber y el orgullo por la patria siguen siendo valores que se transmiten de generación en generación, especialmente en regiones con fuerte presencia militar, como Extremadura, donde el Ejército mantiene una huella social y económica relevante.

"En mi casa siempre se hablaba del Ejército"

"Mi padre fue soldado profesional, y desde pequeño escuché historias sobre misiones y camaradería", cuenta Carlos Paniagua , joven cacereño que se prepara para las pruebas de ingreso en la Academia General Básica de Suboficiales. “No fue una imposición, pero sí una inspiración. Crecí con la idea de que servir era algo n

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