El informe del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (Simci), la medición anual de Naciones Unidas, está enredado. Aunque las cifras sobre hectáreas de coca sembradas y producción potencial de cocaína de 2024 debieron conocerse a medio año, su publicación sigue en vilo. Dos factores influyeron en la prórroga: las aclaraciones metodológicas solicitadas por el Gobierno de Gustavo Petro y, ahora, la crisis diplomática con Estados Unidos por los “pobres” resultados en la lucha antinarcóticos.

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EL TIEMPO conoció por fuentes del multilateralismo que, aunque la presentación del informe estaba prevista para octubre , la fecha fue nuevamente aplazada por la agenda

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