El fútbol suele premiar la constancia, y en eso precisamente está la gran asignatura pendiente de Osasuna esta temporada. El conjunto rojillo muestra una dualidad tan evidente como preocupante: mientras que en los primeros tiempos se comporta como un equipo de la parte alta de la tabla, en las segundas mitades se desdibuja, cede terreno y puntos, y pasa a ocupar posiciones cercanas al descenso.

Los datos son tan claros como elocuentes. Si los partidos terminasen al descanso, Osasuna estaría viviendo un inicio de curso de ensueño. Según la clasificación parcial de los primeros 45 minutos, los de Lisci ocuparían el cuarto puesto, con 16 puntos sumados en diez encuentros . El equipo navarro ha ganado cuatro partidos, empatado otros cuatro y solo ha perdido dos en ese tramo. Su registr

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