La llegada del otoño a España, además de sus particulares colores entre el marrón, el amarillo y el rojizo, trae consigo un olor más allá de las primeras lluvias: el de las castañas. Cuando bajan las temperaturas y empezamos a llevar los abrigos hasta los pies y las bufandas rodeando el cuello, las sopitas calientes y las castañas asadas, producto típico del otoño, es lo que más nos van apeteciendo.
Recordar el olor a castañas asadas por la calle en otoño es tan romántico como real, y es que sin duda es uno de los productos más característicos de esta época del año. Aunque nada como comprar unas cuantas castañas asadas en un cucurucho de papel por la calle. Pero, ojo, cuando estamos en casa y nos entra antojo, también podemos prepararlas de forma fácil, rápida y limpia con esta receta que

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