A los 23 años, mientras se dedicaba a la limpieza de tapizados y alfombras, Lucas Diforte repartía más de 600 diarios para llegar a un cliente. Cuando uno de estos clientes le pidió retapizar un sillón, decidió tercerizarlo, pero el resultado no lo convenció: decidió hacerlo él mismo. Compró una clavadora, usó su compresor y aprendió el oficio de manera autodidacta en su departamento, ampliando su emprendimiento a limpieza y retapizados.

Pasados los 2 años, Lucas se animó a fabricar su primer sillón desde cero, el modelo “escaparate”, para la mueblería de su hermana. Llegó a realizar seis sillones por semana y, con la demanda en aumento, alquiló su primer galpón en barrio Patricios. Allí dio un salto importante al conseguir el trabajo de retapizado de las butacas del anfiteatro de Radio N

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