Mientras en las ciudades el frío sorprendía a quienes salían a trabajar abrigados, en el campo muchos productores ya llevaban horas sin dormir, con la mirada fija en los termómetros de sus estaciones meteorológicas.

En La Pampa, esa provincia de llanuras medanosas, suelos con tosca y horizonte inabarcable, el frío no solo mordió el aire: golpeó directamente al corazón de la cosecha fina y del girasol naciente.

Los registros de las estaciones meteorológicas no dejan lugar a dudas: se produjeron heladas agrometeorológicas generalizadas, con temperaturas iguales o inferiores a 3 °C en abrigo meteorológico (1,4 m sobre el suelo) y valores de –1 °C o menos al nivel del suelo durante más de tres horas consecutivas en el centro, norte y este provincial. En el sur y oeste de La Pampa, la helada

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