Pocos momentos son más frustrantes que comprar plátanos y comprobar, al cabo de pocos días, que se han puesto marrones y blandos . Aunque es un proceso natural, existe un truco de cocina muy simple que puede ayudarte a conservarlos más tiempo y mantener su buen aspecto.

El secreto está en cómo se guardan . Cortar los plátanos dejando parte de la piel y guardarlos en un recipiente hermético es una de las formas más efectivas de frenar su oxidación. El cierre evita el contacto directo con el aire, reduciendo el proceso que oscurece la fruta y prolongando su frescura.

De esta manera, los plátanos mantienen su color amarillo brillante y no aparecen las manchas marrones con tanta rapidez. Además, su textura se conserva firme y agradable, perfecta para comerlos durante varios días si

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