La tensión entre Israel y Hamás volvió a escalar luego de que el gobierno de Benjamin Netanyahu acusó al grupo islamista de quebrar la tregua en Gaza . La denuncia surgió tras descubrirse que los restos devueltos esta semana, presuntamente de un nuevo rehén, pertenecían en realidad al soldado israelí Ofir Tzarfati , cuyo cuerpo fue recuperado parcialmente y pasó por análisis meses atrás por el Instituto de Medicina Forense de Tel Aviv.

Según la Oficina del primer ministro israelí, el gesto de Hamás fue una “provocación intencional” y un “acto de cinismo” que contradice los términos del acuerdo de alto el fuego vigente.

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