Entre los muros silenciosos de la Concatedral de San Nicolás de Alicante , el paso del tiempo parece detenerse. Sin embargo, en el templo, un nuevo espacio abre estos días sus puertas para seguir acogiendo a la vida después de la muerte. Se trata del novedoso columbario de la Concatedral , un lugar destinado a custodiar las cenizas de los difuntos y a ofrecer a las familias un espacio diferente donde mantener vivo el recuerdo de quienes ya no están.

La iniciativa recupera una antigua tradición eclesiástica que consistía en custodiar las cenizas de los difuntos en lugares sagrados , especialmente en iglesias o catedrales. En la Edad Media, los fieles deseaban ser enterrados cerca del altar para recibir las oraciones y bendiciones de la comunidad. Aunque esta práctica desapar

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