Nueva York. - La campaña del gobierno de Donald Trump contra la migración ilegal se ha convertido en una de discriminación contra los latinos. Los agentes federales estadounidenses están deteniendo a personas de piel morena y en sus redadas han atrapado tanto a ciudadanos estadounidenses como a migrantes legales. Ahora algunos latinos temen hablar español o escuchar música en español en público. Algunos han dejado de ir a misa y se quedan en casa los domingos o piden a sus amigos que recojan a sus hijos de la escuela. Los ciudadanos estadounidenses viven con miedo de un gobierno que ha jurado proteger sus libertades y mantenerlos a salvo.

Tienen motivos para temer. En el bombardeo antinmigración del presidente Trump, los agentes federales han violado de manera reiterada las libertades ci

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