Robot asistente para el aprendizaje de vocabulario creado para la investigación en la que se basa este artículo. María Dolón Poza y Santiago Berrezueta.

Las tecnologías digitales han revolucionado los métodos de enseñanza, las dinámicas de comunicación entre estudiantes y maestros, y el acceso a la información. Enseñar a los nativos digitales presenta una serie de retos, especialmente en lo que al alcance y presencia que dicha tecnología debe tener en las escuelas.

Aunque algunos estudios alertan de que la exposición a las pantallas antes de los dos años puede afectar al desarrollo cognitivo y lingüístico, lo cierto es que falta determinar si este se debe al uso de las pantallas (o a cómo y cuáles se usan) o a otros factores como por ejemplo el nivel socioeconómico. Parece claro que el impacto de las pantallas en los pequeños es complejo y transversal a otros factores de su vida.

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Diversos estudios apoyan la integración de algunas herramientas tecnológicas en el aula, argumentando que fomentan un aprendizaje más interactivo e impulsan el desarrollo de competencias digitales. Además, sostienen que estas ofrecen a los padres y, sobre todo, a los educadores nuevas forma para obtener información sobre el progreso de sus estudiantes y así adaptar mejor sus estrategias de enseñanza.

Entender bien cómo influye el uso de tecnologías emergentes en el aprendizaje, para maximizar sus beneficios y minimizar sus posibles efectos adversos, es lo que hemos intentado con nuestra reciente investigación sobre el uso de robots asistentes para el aprendizaje de vocabulario en otro idioma en la etapa de 4 a 6 años.

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Aprender inglés en infantil

Sabemos que aprender una lengua extranjera no solo abre oportunidades académicas y laborales, sino que también estimula el desarrollo cognitivo, fortalece la memoria y mejora las habilidades de comunicación. En el caso de los más pequeños, el desafío es captar su atención, despertar su curiosidad y mantener el interés.

Para ello, los maestros deben desarrollar métodos creativos y recursos innovadores. Aquí es donde los robots asistentes toman protagonismo para convertirse en aliados de los maestros en sus estrategias de docencia.

Los robots asistentes en educación se presentan como soluciones prometedoras. Estos ingenios no buscan reemplazar la labor de los maestros, sino complementarla, integrándose en las aulas con los métodos educativos tradicionales.

Competencias lingüísticas

Los robots asistentes pueden favorecer las competencias lingüísticas de los niños, como la comprensión verbal y la comunicación a través de gestos.

La etapa de 4 a 6 años es clave en el desarrollo del lenguaje, ya que durante este período los niños consolidan la base lingüística que les permitirá un desarrollo adecuado en los ámbitos educativo, social y, posteriormente, laboral. La exposición a entornos bilingües durante esta etapa ha demostrado mejorar la adquisición de una segunda lengua.

Una de las áreas en las que los robots asistentes pueden contribuir más es en la adquisición de vocabulario, al crear distintos contextos de comunicación, haciendo el aprendizaje más dinámico y atractivo para los niños.

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Robots asistentes de vocabulario en inglés

Hemos explorado cómo un asistente robot puede mejorar el aprendizaje de vocabulario en inglés de niños de estas edades cuyo idioma nativo era el español. La investigación se llevó a cabo en dos escuelas infantiles con un total de 40 niños, divididos en dos grupos. Evaluamos tanto la adquisición de nuevas palabras como la capacidad de los niños para formar oraciones.

El robot desarrollado en nuestro equipo cuenta con micrófono, altavoces y una interfaz amigable, que simula expresiones faciales, con el fin de facilitar la comunicación con los pequeños.

Un 23 % más de vocabulario

Los resultados señalan que el robot crea un entorno de aprendizaje más interactivo y motivador, lo que facilita la adquisición de nuevo vocabulario. Los niños que interactuaban con el robot aprendieron un 23 % más de palabras que aquellos que seguían métodos tradicionales, sobre todo durante los primeros meses de exposición. Además, no solo aprenden palabras, sino que también se implican más activamente en las actividades.

El estudio también puso en evidencia algunos retos. Muchos niños se distraían fácilmente con el robot, lo que implicaba una supervisión constante por parte del maestro. Aún así, padres y docentes coincidieron en las encuestas indicando que gracias a la presencia del robot asistente, los pequeños se integran con mayor facilidad en la rutina escolar, aumenta su interés y su motivación por aprender. Concretamente para los docentes, supone una herramienta de apoyo, fácil de utilizar e integrar en el aula como una herramienta más de enseñanza.

La clave está en integrar la innovación como una ayuda en la educación, capaz de acompañar tanto a los niños en su aprendizaje como a los docentes en su trabajo.

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation, un sitio de noticias sin fines de lucro dedicado a compartir ideas de expertos académicos.

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Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.