La jura de Pablo Quirno como nuevo ministro de Relaciones Exteriores en el Salón Blanco de la Casa Rosada estuvo plagada de sonrisas, abrazos y saludos sorpresivos entre los miembros del Gobierno. El gran clima producto de la victoria electoral del domingo pasado se palpó en cada instante del evento y dejó de lado, por un momento, los resquemores internos que atravesaron a La Libertad Avanza durante la campaña.

Pasadas las 17 horas, todos los ministros arribaron al lugar en donde habitualmente se toma juramento a los integrantes del Gabinete con gran ánimo, incluso Mariano Cúneo Libarona . El titular de Justicia ya avisó que no continuará en su cargo, pero lo hizo en muy buenos términos y se quedará hasta que se defina al reemplazante. Hubo abrazos especiales, largos, y felicitaciones

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