La declaración de la víctima de la supuesta violación tras una cita en Tinder y el registro realizado en la casa del sospechoso en Benalmádena dibujan una personalidad en el presunto agresor que la policía califica de «violenta», con una «ideología supremacista» y con alusiones a su «superioridad genética».

La joven, que manifestó haber sido violada hasta en ocho ocasiones durante el tiempo que duró su cautiverio, contó a los investigadores que conoció al individuo a través de la App de citas y decidieron quedar el 11 de octubre para comer, tomar café y unas copas en establecimientos de la localidad.

Pasaron la tarde juntos. Ya en el coche de él, y siempre según su relato, se habría producido la primera de las agresiones sexuales. Desde allí, condujo hasta el domicilio del sospechoso, do

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