Río de Janeiro vivió una jornada de caos y miedo tras una megaoperación de las policías Civil y Militar en los complejos de la Penha y del Alemão, al norte de la ciudad. La intervención, que buscó desarticular redes del Comando Vermelho, derivó en bloqueos, incendios de colectivos y enfrentamientos que mantuvieron a la ciudad paralizada por más de 16 horas.

Según las autoridades, al menos 71 autobuses fueron utilizados como barricadas, y comercios de varios barrios cerraron por órdenes de los traficantes. Durante la tarde del martes, la alcaldía declaró la “Etapa 2” de riesgo urbano, mientras los residentes intentaban regresar a sus hogares caminando, ante la suspensión del transporte público.

En distintos hospitales, familias desesperadas buscaban a sus desaparecidos, sin saber si estab

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