El color del cabello está determinado por el melanocito, un tipo de célula ubicada en el folículo piloso . Estas células producen melanina, el pigmento que da color tanto al pelo, como a la piel y a los ojos. Existen dos tipos de melanina : eumelanina, que produce tonos oscuros (negros y castaños) y feomelanina, responsable de los tonos rubios y rojizos. La proporción de ambas define el color natural del cabello. Con la edad, los melanocitos dejan de funcionar correctamente o mueren, lo que provoca que los nuevos cabellos crezcan sin pigmento, es decir, grises, plateados o blancos. Sin embargo, en el caso de las canas prematuras , este proceso ocurre mucho antes de lo esperado.
Durante mucho tiempo se pensó que las canas eran una consecuencia inevitable del envejecimiento . Pero estudios recientes han demostrado que, más allá de la edad, el estrés, la genética y el estilo de vida influyen en su aparición. Diversos estudios han demostrado las situaciones tensas activan el sistema nervioso simpático, liberando noradrenalina . Esa sustancia, al llegar a los folículos pilosos, afecta a las células madre que regeneran los melanocitos.
¿Por qué aparecen las canas prematuras?
«Las canas prematuras pueden surgir por un amplio abanico de motivos. Uno de los más importantes es la dieta: una alimentación pobre puede privar al organismo de nutrientes esenciales para el correcto funcionamiento celular. Aumentar la ingesta de vitamina D y de vitaminas del grupo B puede ayudar a mantener la salud del cabello. También influyen los niveles de estrés, ya que vivir en un estado de tensión constante acelera el envejecimiento celular y, con él, la aparición de canas.
Otros factores a tener en cuenta son los problemas de corazón, especialmente entre los hombres. El origen congénito también desempeña un papel clave: si tus padres o abuelos son canosos, las probabilidades de heredar esa característica aumentan considerablemente. Finalmente, el consumo de alcohol y tabaco es otro detonante. Fumar o beber de forma habitual puede contribuir a que el cabello pierda su color natural más rápidamente», detalla el Hospital Ochoa.
Estrés oxidativo y genética
El envejecimiento del cabello está relacionado con el estrés oxidativo, un proceso en el que se acumulan radicales libres que dañan las células y aceleran el deterioro. En el folículo piloso, el estrés oxidativo puede alterar la actividad de la enzima tirosinasa, esencial para la producción de melanina . A largo plazo, los melanocitos pierden su capacidad de generar pigmento.
Si bien el estrés y otros factores pueden influir, la predisposición genética sigue siendo el principal determinante de cuándo aparecerán las canas. El gen IRF4 está relacionado con la canicie, y las personas con ciertas variantes tienen más probabilidades de desarrollar canas tempranas. Además, otros genes como BCL2 y MITF, involucrados en la supervivencia de los melanocitos, también desempeñan un papel clave.
Alimentación y hábitos de vida
La aparición de canas prematuras también depende de la alimentación y los hábitos de vida . Una dieta rica en antioxidantes, presentes en frutas, verduras, té verde, cacao y otros alimentos, ayuda a combatir el estrés oxidativo.
Es esencial mantener niveles adecuados de vitaminas del grupo B , especialmente la B12, que interviene en la formación de glóbulos rojos y en la salud del sistema nervioso, y minerales como el cobre y el zinc, que participan directamente en la síntesis de melanina.
Más allá de la dieta, los expertos recomiendan evitar el tabaco , que acelera el estrés oxidativo y daña los folículos pilosos, controlar los niveles de estrés mediante ejercicio, meditación o técnicas de relajación, y cuidar el cuero cabelludo utilizando productos suaves y evitando químicos agresivos. Mantener estas rutinas puede retrasar (aunque no revertir) la aparición de las canas.
Mecanismo de defensa natural
Recientemente, un equipo de investigadores de la Universidad de Tokio ha realizado un hallazgo sobre el origen de las canas. Publicado en la revista Nature Cell Biology , el estudio analiza cómo la pérdida de pigmento en el cabello no es sólo un signo de envejecimiento, sino también un mecanismo de protección celular ante daños en el ADN.
Los científicos trabajaron con modelos de ratón y observaron que las células madre del folículo piloso, al sufrir roturas en el ADN, dejan de regenerarse y se transforman en células diferenciadas, provocando el encanecimiento del cabello . Este proceso, denominado» diferenciación acoplada a la senescenci»a, evita que las células dañadas continúen dividiéndose, reduciendo así el riesgo de formación de tumores. La profesora Emi Nishimura, coautora del estudio, destacó que «la misma población de células madre puede seguir destinos opuestos (agotamiento o expansión) dependiendo del tipo de estrés y de las señales del microambiente».
El análisis también demostró que, bajo exposición a agentes cancerígenos , algunas células pueden escapar de este proceso y conservar su capacidad de renovación, pero esto aumenta el riesgo de proliferación descontrolada. Por tanto, la aparición de canas podría considerarse una respuesta adaptativa del organismo, que prioriza la estabilidad genética sobre la regeneración del pigmento capilar.

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