El cineasta y escritor italiano Pier Paolo Pasolini decía que el fútbol tenía un valor social y político. Medio siglo después, el libro 1975 latidos por minuto (Mesa Redonda), de Rubén Marruffo C., parece darle la razón al retratar un año en el que el Perú vivió entre la incertidumbre y la euforia.

Aquel 1975 empezó con protestas que desembocaron en el llamado Febrerazo o Limazo, un paro policial que paralizó Lima y desató el caos. Los saqueos, los heridos y el toque de queda impuesto por el régimen de Juan Velasco Alvarado marcaron el pulso de una nación convulsionada.

La tensión aumentó en agosto, cuando el general Francisco Morales Bermúdez ejecutó el golpe de Estado conocido como el Tacnazo, poniendo fin al gobierno de Velasco. En medio de esa crisis, la selección peruana encontró su

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