Los hablan a veces más que las palabras. No hacer la cama al levantarse puede parecer una simple cuestión de pereza o falta de tiempo, pero la psicología lo interpreta de forma más compleja. Entre la estructura y la improvisación, entre el control y la flexibilidad, el modo en que tratamos la cama cada mañana refleja cómo manejamos el orden, la autonomía y la energía mental en nuestra vida diaria.

Hábitos matutinos y la mente

Diversos psicólogos coinciden en que los gestos automáticos de la rutina como preparar café, revisar el móvil o hacer la cama funcionan como pequeños mapas mentales del comportamiento. En este sentido, dejar la cama sin hacer no necesariamente implica desorden, sino una tendencia hacia la flexibilidad.

Según estudios sobre rasgos de personalidad basados en e

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