DEBATE
La competencia por fabricar el primer auto eléctrico mexicano con sello propio ya está en marcha. Mientras el Olinia , respaldado por la presidenta Claudia Sheinbaum , busca consolidarse como una apuesta nacional desde Sonora, nuevos proyectos estatales emergen con fuerza. Sonora y Tlaxcala avanzan con prototipos que podrían redefinir la movilidad eléctrica en México y romper con la tradición del ensamblaje extranjero.
La carrera ya no se centra en quién fabrica más rápido, sino en quién diseña desde cero , genera propiedad intelectual y establece cadenas de suministro nacionales. Los tres modelos: Olinia, BMC y el Totalmente Tlaxcaltec, representan un cambio estructural en la industria automotriz mexicana: de maquilar a innovar.
Sonora impulsa el Beyond Movi

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