Mallorca fue el lugar donde comenzó una historia de amor que hoy conmueve a toda España. Naiara Chuliá Beitia y Slim Regaieg se conocieron hace 25 años en la isla, donde ambos trabajaban. Él había llegado desde su Túnez natal con un sueño: labrarse un futuro mejor. Ella, valenciana, encontró en Slim —como lo describió entre lágrimas— « al amor de mi vida, un luchador incansable que nunca dejó de creer en sí mismo » .
El destino quiso que sus caminos se unieran en Mallorca, donde nacieron también los primeros proyectos comunes y, años después, sus hijos, Adam y Sofía . Más tarde se mudaron a Valencia, tierra de Naiara, donde siguieron construyendo juntos su hogar y sus sueños.
Pero esa vida compartida se truncó el pasado año, cuando Slim, de 47 años, perdió la vida atrapa

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