En una reciente entrevista, Michelle Obama abrió un nuevo capítulo al explicar el motivo por el cual durante sus años como Primera Dama (2009-2017) evitó deliberadamente hablar públicamente sobre moda y belleza. Según relata, su silencio no fue casual, sino una estrategia consciente para asegurar que su imagen no distrajera de los mensajes que consideraba más importantes.

Durante esos años, señala, “no hablé sobre moda y belleza a propósito… tenía miedo de que invadiera todo lo demás”. Su preocupación radicaba en que la atención mediática en su apariencia—ropa, peinado, estilismo—podía eclipsar el trabajo que ella entendía era su principal misión: conectar con la gente, promover causas y servir como modelo accesible para diversas audiencias.

Ahora, fuera del rol institucional, Michelle r

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