Una propuesta del Gobierno colombiano de aplicar una retención del 1,5% a las transacciones digitales amenaza con frenar el ambicioso plan del Banco de la República para reducir el uso de efectivo y modernizar el sistema de pagos del país.

El proyecto de decreto del Ministerio de Hacienda plantea que el nuevo gravamen se aplique a todas las compras y transferencias realizadas a través de Bre-B, la plataforma de pagos instantáneos lanzada este mes por el banco central. La medida también alcanzaría operaciones con códigos QR y otros métodos de pago electrónico, ampliando así el alcance de un tributo que hoy grava el uso de tarjetas de crédito y débito.

Bre-B —que suena como “breve”— fue presentada como la apuesta colombiana para replicar el éxito de Pix en Brasil o la Interfaz Unificad

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