El Real Zaragoza viajaba hasta la localidad navarra de Mutilva con la obligación de ganar para evitar que los fantasmas sigan extendiéndose en la grave crisis en la que está inmerso el equipo. Para ello Rubén Sellés planteó una alineación llena de rotaciones, en la que solo repitieron Pomares y Francho Serrano respecto al último partido liguero ante el Sporting de Gijón. Además, el técnico valenciano dio entrada a Alejandro Gomes, que debutó con el primer equipo pese a ser juvenil de segundo año , y a Hugo Pinilla, que ya había jugado dos ratos durante esta temporada ante Valladolid y Almería.

El recibimiento fue hostil desde el primer momento. Los operarios se afanaron en retirar pintadas que durante la noche habían llenado la instalación con insultos al Real Zaragoza y a A

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