El ex procurador del PSOE y ex concejal de Deportes del Ayuntamiento de Soria, Ángel Hernández , ha sido condenado a un año y nueve meses por amenazas y coacciones a ex pareja y por un atentado a la autoridad.  El acusado, que militaba en las filas del partido de Pedro Sánchez , ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Soria tras alcanzar este miércoles un acuerdo con la Fiscalía y la acusación.

En declaraciones tras conocerse la sentencia, Hernández ha asegurado tener « la conciencia tranquila » porque, según ha afirmado, no cometió «ningún delito». Una afirmación que contrasta con el hecho de que haya aceptado los cargos y la condena.

El ex procurador socialista ha justificado su decisión de asumir los delitos argumentando que lo hacía para « no exponer al circo mediático a la víctima », aunque no entrará en prisión al no contar con antecedentes penales.

El tribunal le ha impuesto nueve meses de cárcel por el delito de coacciones , seis por malos tratos y otros seis meses por atentado a la autoridad tras resistirse a su detención cuando fue arrestado en febrero de 2024.

Además de la pena de prisión, Ángel Hernández deberá indemnizar a dos funcionarios con un total de 3.727 euros (3.583 euros a uno de ellos y 144 al otro), asume una orden de alejamiento respeto a la víctima durante tres años, una multa de 540 euros y las costas del juicio. También está obligado a seguir un curso de violencia contra la mujer.

Los hechos que han llevado al ex cargo socialista ante la justicia se remontan a febrero de 2024, cuando fue detenido por, presuntamente, amenazar y aporrear la puerta de la casa de su pareja en Soria, quien es agente de la Policía Nacional.

Lejos de asumir su responsabilidad en ese momento, Hernández se resistió a ser detenido por la autoridad tras el incidente. Antes de ser trasladado a dependencias policiales tuvo que ser atendido en el Hospital de Soria por su estado de nerviosismo.

Tras el escándalo, el ya ex procurador y ex concejal dejó todos sus cargos en el PSOE , aunque el partido de Pedro Sánchez guardó un llamativo silencio sobre el caso.