Era ella: Bella Hadid , con un vestido de lino beige, sin joyas llamativas, solo una trenza suelta y los ojos brillantes como si estuviera en un lugar que no necesitaba ser fotografiado.
En la pista, la quinceañera — María Fernanda Bañuelos — giraba con lentitud, sosteniendo el borde de su falda lila, la tiara de cristales apenas visible bajo la luz de las lámparas de cristal. A su lado, Adán Bañuelos , jinete de rodeo de origen mexicano, la guiaba con una mano firme en la cintura, la otra extendida como si estuviera montando un caballo en el primer vals. Nadie aplaudió. Todos guardaron silencio. Alguien susurró: “¿Esa es la modelo?”
Las historias de Instagram de Bella, publicadas horas después, no mostraban poses ni filtros. Solo un video de 12 segundos: el rostro de María Ferna

El Diario de Sonora

El Sol de Zamora Policiaca
Raw Story
AlterNet
The Washington Post Opinions
Page Six