En la Amazonía brasileña no faltan soluciones, solo dinero para una selva sostenible. La Universidad Federal del Estado de Pará, en cuya capital, Belém, se celebrará la cumbre mundial climática (COP30), desarrolla prototipos de barcos eléctricos para una región que se mueve principalmente con diésel.

Profesores, investigadores y técnicos trabajan juntos en el Centro de Excelencia en Eficiencia Energética de la Amazonía (Ceamazon) por un objetivo común: aplicar la tecnología para mejorar la vida cotidiana de los pueblos del mayor bosque tropical del planeta.

Uno de sus laboratorios de investigación está dedicado a la movilidad eléctrica. En la Amazonía brasileña, una de las regiones más pobres del país, viven cerca de 30 millones de personas, un cuarto de ellas en zonas rurales, según dat

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