Costa de Paracas, Perú. Wikimedia Commons., CC BY

La subida del nivel del mar es uno de los efectos más visibles del cambio climático. Pero, aunque solemos pensar en un fenómeno global, cada región del planeta vive su propia historia.

En la costa peruana, esa historia empieza a contarse en 1942, cuando se instalaron los primeros mareógrafos –instrumento que registra y mide las oscilaciones del nivel del mar (mareas) de forma automática– en Talara, Callao y Matarani. Desde entonces, esas estaciones han registrado casi ocho décadas de variaciones del nivel del mar. Hoy, gracias a ese archivo único, podemos afirmar con claridad que el mar está subiendo en Perú, y que lo hace de manera desigual según la región y el periodo analizado.

Los diferentes niveles de referencia vertical en cada una de las estaciones. Alturas de cada uno de los niveles utilizados están referidas al punto de referencia mareográfico del Callao. Bismarck J. A. et al.

Una tendencia clara, con altibajos marcados

Un equipo de investigadores de la Universidad de Cádiz comprobamos en un estudio reciente que, entre 1942 y 2019, el nivel del mar ha subido en los tres puntos estudiados. Sin embargo, la magnitud del aumento depende del intervalo que se mire. En algunos periodos, la subida fue moderada (menos de 1 mm por año), mientras que en otros llegó a ser muy acelerada, con valores de más de 10 mm anuales, especialmente en los años más recientes.

Esto significa que no basta con hablar de un único valor promedio. La subida del mar en el Perú es un proceso altamente variable, que responde tanto a tendencias globales como a fenómenos regionales y locales.

El impacto de El Niño

Una de las razones de esa variabilidad es bien conocida por los peruanos: el fenómeno de El Niño. Durante los eventos extraordinarios de 1982-83 y 1997-98, el mar en Talara, Callao y Matarani llegó a elevarse hasta 40 centímetros por encima de su promedio normal.

Consecuencias de las inundaciones traídas por El Niño en 1983 en Perú. IDESEP.

Estos picos temporales muestran cómo la interacción entre el clima y el océano puede intensificar los riesgos de inundaciones costeras y erosión.

De hecho, el análisis estadístico confirma una fuerte correlación entre la temperatura y el nivel del mar en la costa peruana: cuando sube la temperatura superficial, también lo hace el mar. Y cuando las aguas se enfrían (como en los episodios de La Niña), el nivel tiende a descender.

Perú frente a los reportes del IPCC

Si comparamos los resultados con los informes del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), encontramos coincidencias y también diferencias. Hasta comienzos de los años 2000, las tasas de aumento en Perú eran algo menores que el promedio global. Sin embargo, en la última década analizada (2006-2015) ocurrió lo contrario: los registros de Talara, Callao y Matarani muestran un aumento mucho más rápido que la media mundial reportada por el IPCC.

Esto nos recuerda que las cifras globales sirven como referencia, pero las decisiones de gestión costera deben basarse en estudios locales. El mar no sube al mismo ritmo en todas partes.

Resumen gráfico del trabajo realizado, donde se muestra el mapa de la costa peruana y la ubicaión de las tres estaciones utilizadas (Talara, Callao, Matarani). La gráfica de barras muestra la comparativa en las tres estaciones, de las variaciones del aumento del nivel del mar (SLR) de los datos obtenidos C. Estrada, B. Jigena-Antelo, J. J. Muñoz-Pérez.

¿Por qué importa?

La costa peruana concentra gran parte de la población y de la infraestructura crítica del país. La subida del nivel del mar amenaza puertos, viviendas, playas, humedales y acuíferos. También puede agravar los impactos de tsunamis y tormentas.

Para planificar defensas costeras, gestionar el agua o proteger los ecosistemas, es vital contar con información detallada y específica, como la que aportan estas series de mareógrafos.

Mirando al futuro

Nuestro estudio no solo confirma la tendencia ascendente, sino que también muestra que los cambios pueden ser bruscos en lapsos cortos, asociados a ciclos climáticos como El Niño o la Oscilación Decadal del Pacífico. Esto significa que los próximos años podrían traer tanto aceleraciones como pausas temporales en la subida del mar, pero la tendencia de fondo es clara: el océano está ganando terreno.

La conclusión es ineludible: Perú necesita políticas costeras basadas en datos locales, que consideren la variabilidad natural y el impacto del cambio climático global. Solo así se podrán anticipar riesgos y reducir la vulnerabilidad de millones de personas que viven frente al Pacífico.

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation, un sitio de noticias sin fines de lucro dedicado a compartir ideas de expertos académicos.

Lee mas:

Bismarck Jigena Antelo recibió fondos de Universidad de Cádiz, para realizar una estancia en la Dirección de Hidrografía y Navegación de la Marina del Perú (DHNM). Los datos de niveles del mar de los mareografos de Talara, Callao y Matarani, que se utilizaron en el artículo de investigación fueron cedidos por la DHNM. ¿Es posible incluir a un tercer autor, la Ing. Carol Estrada Ludeña, funcionaria de la DHNM.

Juan J. Muñoz no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.