En la cosmovisión mexica , la muerte constituía un proceso de transformación y retorno a los orígenes, en vez de un final definitivo. Según explica el Mexican Cultural Institute of Washington DC, quienes morían de manera común iniciaban un arduo recorrido hacia el Mictlán , el inframundo mexica. Este trayecto requería que las almas superaran nueve niveles , cada uno con obstáculos y significados propios, antes de hallar descanso junto a Mictlantecuhtli y Mictlancíhuatl , el señor y la señora de la muerte.

El primer nivel, Itzcuinlan , conocido como el “lugar donde habita el perro " , presentaba un reto fundamental: el cruce del río Apanohuacalhuia . Para lograrlo, el alma necesitaba la ayuda del Xoloitzcuintle , que la guiaba con un hilo de algodón en el cu

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