Rodolf había venido algunas veces por casa a hacer reparaciones, con un ayudante sij que habla un catalán la mar de correcto y que, para evitar complicaciones con el nombre, que no debe ser fácil de pronunciar, se hace llamar Josep. Resultaban bastante graciosos, el oficial veterano y tranquilo y el aprendiz cabal y trabajador. Rodolf, que debe tener 65 o 66 años, se jubiló hace poco. Mucha gente al jubilarse se dedica a poner orden. Un día me lo encuentro cargado de libros en el contenedor de papel. Miro lo que ha tirado, el contenedor está medio lleno y puedo pescar dos libros que me interesan. Uno también lo tuve –y diría que aún lo conservo, rayado y con alguna pegatina–: Gresol. Lectura i llenguatge publicado por la editorial Spes y editado por Jaume Aymà, en octubre de 1970. El otr

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